EL PLAN ZANAHORIA DEBE IRSE

Son las 2 y 45 de la mañana, la música empieza a ponerse mejor, las chicas se contornean de una manera inusual.... mentira, siempre usual pero más sexy, las chelas parecen una pelota de ping pong (van y vienen), y de pronto SAZ, las luces de la disco o el bar se encienden.

No es que estén buscando algo perdido en la pista de baile, lo que sucede es que el bendito plan zanahoria ha entrado en acción. Ya todos conocen de que se trata este plan y “para que sirve”, lo lamentable, es que muchas personas se quedan con las ganas de seguir vacilándose hasta el amanecer, al final, cada uno sabe lo que hace y porque. Las autoridades no deberían meterse en donde no les compete porque van contra la libertad de trabajar, de escoger, de esparcirse, de relajarse, ósea, una medida arbitraria y autoritaria. No se respeta el LIBRE ALBEDRIO, que (ojo) es algo divino, ni mucho menos la LIBRE DEMANDA que la cerveza genera en la sociedad, todos tienen derecho a trabajar y a progresar, pero si te cortan los ingresos, es una restricción a tu progreso. Si las personas pagan para satisfacer una demanda, y esta a su vez, crea un ingreso para otra persona o grupo de personas, porque matar el LIBRE MERCADO, al parecer en esta ciudad sólo el alcalde puede llenarse de plata cada fin de mes.
Para no cansarlos, les dejo los resultados de la última encuesta sobre el PLAN ZANAHORIA planteada en IQUITOS NEWS, donde la pregunta fue ¿Debería eliminarse el PLAN ZANAHORIA?

Las alternativas fueron respondidas de la siguiente manera:

HACE RATO QUE SI (70%)
AHORA MISMO (14%)
DEPENDE DEL PUEBLO (8%)
JAMÁS (5%)

EL UNIVERSO FUE DE 34 PERSONAS.

Para terminar, los escándalos, robos, accidentes, peleas, asesinatos, que según algunos es producto de la ingesta de licor, es mentira, si fuera así, IQUITOS seria una de las ciudades más violentas del Perú. El problema del ruido de las fiestas y demás, puede solucionarse buscando medidas que permitan acolchonar el ruido dentro del local (responsabilidad aparte de los dueños de establecimientos y orquestas). Sòlo así se puede hablar de igualdad.