El presidente Alan García metió dentro de los decretos legislativos publicados el sábado pasado, la controvertida Ley de la Selva bajo la denominación de “Régimen Jurídico para el Aprovechamiento de las Tierras de Uso Agrario” por la que faculta la venta de “tierras eriazas” de propiedad del Estado en las zonas de selva y ceja de selva.
Si bien en el Decreto Legislativo Nº 1064 pretende proteger las tierras del Estado cuya capacidad de uso mayor o aptitud es forestal, sin posibilidad de uso agrícola, el nuevo dispositivo faculta al Ministerio de Agricultura a proceder al cambio de uso de las mismas.
Si bien en el Decreto Legislativo Nº 1064 pretende proteger las tierras del Estado cuya capacidad de uso mayor o aptitud es forestal, sin posibilidad de uso agrícola, el nuevo dispositivo faculta al Ministerio de Agricultura a proceder al cambio de uso de las mismas.
En otro párrafo, señala que el Estado garantiza el libre acceso a la propiedad de las tierras y el derecho de propiedad sobre ellas en todas sus modalidades, el cual se ejerce en armonía con el bien común y dentro de los límites de ley. Sin embargo, más adelante, en los párrafos siguientes, se sostiene que el derecho de propiedad agraria de los campesinos es inviolable. Durante los últimos meses, las organizaciones sociales de la región amazónica se han opuesto tajantemente a la aprobación del proyecto de Ley de la Selva y otros parecidos, por considerarlos lesivos a los intereses de los pobladores de estas localidades y de las comunidades nativas, que serían despojados de sus propiedades.
La última cumbre social amazónica, realizada en la ciudad de Pucallpa, acordó impulsar un paro de 72 horas, para los días 8, 9 y 10 de julio, que coincide con la convocatoria realizada por la Coordinadora Política y Social que ha convocado un paro nacional para el 9 de julio. (Pro & Contra 02/07/08)
REFLEXIONES
Veamos, esta ley aprobada busca que inversionistas puedan adquirir terrenos en la selva (con el grado de propiedad privada) para utilizarlas en producción, lo que generaría más puestos de trabajo, mejoras económicas para la región, su gente, así como mayor exportación ¿de qué?, no se sabe. Al menos yo lo entiendo de ese modo. Alan García dijo que el perro del hortelano (la teoría que el escribió y publicó en un medio nacional) son "todos los peruanos" y sus ideologías, que les "impiden ver lo práctico", por lo que es necesario deponer esas ideologías "deformantes" que llevan a la "intolerancia".
(…) De ahí ciertas ideas, como que no hay que dar propiedad en la Amazonía porque es un bien intocable que pertenece a la Humanidad. ¡Hombre! La producción de oxígeno debe ser una obligación que pertenece a la humanidad. Aprovechar la madera y renovarla es una posibilidad de generar trabajo haciendo inversión. Estamos en un mundo ideológico que dice que no se puede tocar la Amazonía porque es parte del idilio del comunismo primitivo", asegura AGP.
(…) De ahí ciertas ideas, como que no hay que dar propiedad en la Amazonía porque es un bien intocable que pertenece a la Humanidad. ¡Hombre! La producción de oxígeno debe ser una obligación que pertenece a la humanidad. Aprovechar la madera y renovarla es una posibilidad de generar trabajo haciendo inversión. Estamos en un mundo ideológico que dice que no se puede tocar la Amazonía porque es parte del idilio del comunismo primitivo", asegura AGP.
La nueva ley modifica la Ley 28852, de Promoción de la Inversión Privada en Reforestación y Agroforestería, con la finalidad de incrementar la inversión privada en reforestación y agroforestación de tierras de dominio del Estado. Es decir, cambiar la posibilidad de adjudicar en concesión las tierras forestales sin cubierta boscosa de dominio del Estado, por la posibilidad de venderlas a personas físicas y jurídicas (empresas) nacionales, pero también extranjeras. Con esto se amplía de 10 mil a 40 mil hectáreas el límite de extensión de las tierras adjudicadas.
Ahora, en el Perú el derecho de propiedad es algo que existe, pero que no se practica, porque de ser así, no existirían tantas invasiones e incursiones forzadas a las propiedades privadas, las cuales con la denominada justicia social, permite que los revoltosos tengan derecho de obligar al propietario a vender su terreno en cómodas cuotas. Hay un derecho de primogenitura que entrega en pertenencia algo a la persona o grupo de personas más antiguas que hayan habitado el lugar, sin embargo, en el Perú los indígenas, campesinos y nativos son los últimos en ser reconocidos.
El hábitat de los indígenas, de las tribus, de los campesinos, les pertenece por herencia, por antigüedad. Son ellos dueños de esos terrenos. El problema es que el estado todopoderoso no sabe como darles legitimidad de propietarios a estas personas (títulos, límites, dominios). Si encuentran petróleo en el territorio de los nativos, el estado va y les confisca las tierras con la excusa de proteger los intereses nacionales, pero a esa comunidad quien le defiende, cuando bien podrían ellos vender al estado esas tierras o ser accionistas de la futura compañía petrolera que ahí se instalara.
la Ley de la Selva lo que va generar es que personas, empresas y compañías interesadas en trabajar la madera, o cualquier otra cosa que se puede encontrar en esos terrenos, lo empiece a producir y a competir abiertamente por ser los mejores en su rubro. La competencia genera mayor oferta y aminora los precios, por ende, al haber mayor competencia, hay más oferta laboral, mejores salarios, y estabilidad económica, siempre y cuando el marco legal y tributario también sea justo, además de que el estado deje trabajar a las empresas privadas sin mayores trabas estatistas y restricciones.
Me olvidaba, lo que esta en la selva no le pertenece a nadie, pero si la selva esta comprendida en el territorio de un país, el gobierno de este país es libre de decidir que hacer con esas tierras porque esta dentro de su potestad. El que compra un terreno en plena selva sabe por que lo hace. Al final, no creó que si a la mayoría de gente le ofrecen un terreno en medio monte quieran aceptar, y si lo aceptan, de seguro que ni se acercaran al lugar porque – aparentemente – no hay nada que ver, ni hacer.
Precisamente, una de las funciones de la propiedad privada es crear ambientes propicios para el desarrollo, la competencia y la cooperación. Porque si antes en pleno monte no había energía eléctrica, agua potable, carreteras, hospitales, tiendas comerciales, etc., con la llegada de grandes empresas, también llegan grandes posibilidades para la gente aledaña, y no solo conflictos como siempre se esta buscando. El tema ambiental es una cuestión que las empresas deben manejar disciplinadamente, y el gobierno debe servir de observador atento para que esto se cumpla adecuadamente.
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