jueves, 10 de julio de 2008

UN DÍA DE PARO EN IQUITOS (9 DE JULIO)

Una fría y persistente lluvia caía – desde la madrugada – en la ciudad de Iquitos. La paralización de la CGTP a nivel nacional, había empezado desde las 00 horas del 9 de julio. Los centros de abasto, los comercios en general y el transporte público también se aunaron al paro. A las 5 y 45 de la mañana estaba listo para empezar la labor reporteril que me habían encomendado. El primer informe que tenía en mente sacar, seria desde el local de la CGTP. Al llegar, pregunte por Manuel Coronado Lino, Secretario General de la CGTP – Loreto, quien – aún – no se encontraba en el lugar. La felicidad de los agremiados era notoria, pues a esa hora y bajo la vespertina lluvia, jugaban con una llanta de tractor por las pistas del local, otros se dedicaban a demostrar sus virtudes con los naipes y algunos preferían las bromas pesadas, todo un jolgorio. La Policía Nacional resguardaba las instituciones – más vulnerables – a ser atacadas como canal 7, hospitales públicos, plazas, locales comerciales, puntos de riesgo, etc.
Decidí retirarme de tan inusual (aunque ya es común) espectáculo, para dirigirme hacia el Hospital de Apoyo Iquitos (César Garayar García). La atención sólo se estaba dando en emergencia, ya que en los programas como Neurología, Cardiología o oftalmología, se habían suspendido (sólo por el paro). El nosocomio era resguardado por unos 5 efectivos policiales, además de 4 miembros del ejército peruano con sus respectivos fusiles. Al parecer no hubo muchas emergencias durante la madrugada, y en las bancas, sólo esperaba una persona para ser atendida. A esa hora, el médico encargado, Luis Runcill, dialogaba amenamente con un colega en el exterior de los consultorios. Rato después (de haber salido del hospital), escuche un reporte sobre una señora con dolores de parto que se encontraba en camino al hospital.

La presencia de personas caminando por las pistas de la ciudad, con las casas cerradas, la lluvia, el frió y el cielo grisáceo por las nubes cargadas, me hacía recordar una de esas películas de ciencia ficción donde sólo sobreviven unas cuantas personas. La mayoría de gente se desplazaba desde la zona sur (San Juan) hacía el centro. Las personas con vehículos menores (motos y motocarros) fueron los más privilegiados por las distancias y el tiempo, mientras que las mujeres fueron las que más reclamaron por la falta de transporte masivo (colectivos). A las 7 de la mañana escuche el reporte de María Teresa, quien manifestaba que a un reportero radial le propinaron un bofetón en la cara, el agresor era - nada menos – que un policía. Después de este incidente, no volví a escuchar algo semejante.

El paro se acataba de manera voluntaria por la población, la gente no salía de sus casas, se veía pocos vehículos desplazándose y no había escándalos, quema de llantas o gritos (más tarde si se presentó quema de llantas en algunos sectores). Los piquetes, quienes obligan a acatar el paro a la gente por la fuerza, no estaban en sus lugares habituales, por ejemplo, en las intersecciones de las avenidas Guardia Civil con Quiñones o entre las calles San Martín con Tacna. La lluvia también – según Gladys Vásquez – ayudó mucho para que las personas no se muevan de sus viviendas. Como a las 7 y media de la mañana tomé rumbo al local del Frente Patriótico de Loreto (La Casa del Maestro), donde una desvelada Gladys Vásquez, dirigente del SUDUNAP que es base de FPL, aguardaba para ser entrevistada.

Moisés Panduro, Jefe Zonal de Construyendo Perú (del gobierno), se despachaba con todo en contra del paro, le parecía una medida absurda porque el gobierno en dos años no puede solucionar la pobreza, además el actual gobierno está practicando una política económica de cooperación mundial y con programas sociales dirigido a los más pobres. Según Panduro, el gobierno se queda solo con 1 sol de los 3 que reparte a los gobiernos locales y regionales, los otros 2 se quedan en las arcas de las regiones y municipios del Perú. “El problema no es del gobierno, sino de la incapacidad de inversión en obras públicas por parte de los gobiernos regionales”, manifestó Moisés en el programa “Loreto en la Noticia” de Radio Loreto.



Gladys Vásquez escuchaba atentamente las palabras del funcionario aprista y esperaba su oportunidad para el descargo respectivo. A los minutos empezó Gladys diciendo que Moisés debería acordarse de sus tiempos de luchador social, donde no defendía los intereses de su partido (actualmente en gobierno) sino de todo un pueblo, también se refirió a la falta de profesores en el medio rural, la desnutrición, la pobreza, el desempleo, la falta de atención a los más pobres y la falta de atención en temas laborales que actualmente se vive en nuestro país. Así transcurría la mañana. Luego de salir del SUTEP y escuchar las opiniones encontradas de dos personas en posiciones opuestas, arranque mi moto - gracias a Dios aún mis llantas resistían mi peso - y me dirigí por la calle Aguirre.

Al pasar por Radio 10 encontré a Juan Carlos Martínez y Magaly del Aguila, quienes trabajan en el noticiero “La Razón”, ellos se encontraban con un grupo de reporteros de diferentes medios, uno de ellos tenía la llanta delantera de su motocicleta pinchada. El mortificado reportero me contó que una turba de desconocidos, provistos de palos con clavos, le picó la llanta sin tener la mínima consideración de su labor. Recuerdo que a mi también me pasó eso con los piquetes de Fuerza Loretana (cuando Iván Vásquez “encabezó” un paro anterior), quienes sin mediar razones me picaron las dos llantas, ese día me indigno al alma la actitud de esa gente (la mayoría trabajadores del GOREL). En fin, son gajes del oficio. Salí de Radio 10 siguiendo la misma calle Aguirre hasta llegar a la calle Huallaga.

En la misma esquina de Huallaga con San Martín, los jóvenes socialistas, encabezados por Renato Achata (Juventud Socialista), lanzaban reclamos en voz alta en contra del gobierno aprista. A esa hora, el doctor aprista, Enrique Pinedo, se refería al paro como una medida absurda por la bonanza “diz que” del gobierno. Renato calentaba los motores para decirle su vida a Pinedo. A su turno, Renato le dijo que el gobierno debería adoptar otra política económica y no seguir creyendo en el “chorreo” (política neoliberal) que traen las grandes empresas extranjeras. “Los apristas deberían volver al leer el Anti Imperialismo y el Marxismo para ver si logran esclarecer sus ideas”, fueron las últimas palabras de Renato antes de concluir la entrevista. En ese ritmo constante de movimiento, me toque con el ágil Erick Romero, quien toma fotos de todo lo que ocurre para el “Diario de Iquitos”.

Eran las 8 y 15 de la mañana y el paro seguía con una normalidad y una tranquilidad vista en pocas ocasiones. Mientras regresaba a Radio Loreto (Arica cuadra 2), note que había más vidrios que en la madrugada, algunas veces tenía que hacer unas maniobras de X Games para no pasar encima de un clavo o restos de alguna botella de cerveza o gaseosa. A esa hora, Manuel Coronado Lino manifestaba en entrevista con Raúl Celis, que el paro era un éxito, y que se notaba que la misma población quiere que el gobierno adopte medidas efectivas para calmar las demandas de la nación. En las diferentes ciudades del Perú el paro se daba con normalidad y en totalidad. Ciudades como Juliaca, Ica, Arequipa, Cusco, Puno, Huancavelica y Chiclayo fueron las zonas con mayor paralización, mientras que en la capital, Lima, el transporte público, la empresa privada y estatal trabajaron con normalidad, la gente se desplazaba por las calles como un día cualquiera y no se dejó sentir la protesta. La movilización en Iquitos estaba programada para las 3 de la tarde, teniendo como epicentro, la histórica Plaza 28 de Julio.


Más tarde por la noche en el canal del estado (Canal 7), escuche al premier Jorge del Castillo decir que el paro fue un fracaso porque las empresas (privadas y nacionales) y el transporte público trabajaron con normalidad (de seguro por eso la PNP resguardó el local del partido aprista en Lima). Salvo algunos bloqueos de carreteras y caminos que obligaron – a la fuerza – a parar a la gente, no se presentaron mayores problemas dando a entender que la gente no está para paralizaciones, sino que desea trabajar y ayudar a que el Perú avance. De esta manera terminaba un día de paro en Iquitos, las calles a las 7 de la noche ya empezaban a barrerse por los trabajadores municipales, quienes habrán tenido un jornada de trabajo no más larga, pero si más ardua. Sigo creyendo que con este paro no se consiguió nada, el gobierno aprista es terco y se empecina en creer que sólo sus ideas (apristas) pueden sacar al Perú de la crisis existente desde hace años. Alan García Pérez ha demostrado ser más intransigente y menos tolerante (que en su primer gobierno) ante las demandas del pueblo, utilizando la fuerza para que el pueblo se trague sus palabras.

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