Gladys Vásquez escuchaba atentamente las palabras del funcionario aprista y esperaba su oportunidad para el descargo respectivo. A los minutos empezó Gladys diciendo que Moisés debería acordarse de sus tiempos de luchador social, donde no defendía los intereses de su partido (actualmente en gobierno) sino de todo un pueblo, también se refirió a la falta de profesores en el medio rural, la desnutrición, la pobreza, el desempleo, la falta de atención a los más pobres y la falta de atención en temas laborales que actualmente se vive en nuestro país. Así transcurría la mañana. Luego de salir del SUTEP y escuchar las opiniones encontradas de dos personas en posiciones opuestas, arranque mi moto - gracias a Dios aún mis llantas resistían mi peso - y me dirigí por la calle Aguirre.
Al pasar por Radio 10 encontré a Juan Carlos Martínez y Magaly del Aguila, quienes trabajan en el noticiero “La Razón”, ellos se encontraban con un grupo de reporteros de diferentes medios, uno de ellos tenía la llanta delantera de su motocicleta pinchada. El mortificado reportero me contó que una turba de desconocidos, provistos de palos con clavos, le picó la llanta sin tener la mínima consideración de su labor. Recuerdo que a mi también me pasó eso con los piquetes de Fuerza Loretana (cuando Iván Vásquez “encabezó” un paro anterior), quienes sin mediar razones me picaron las dos llantas, ese día me indigno al alma la actitud de esa gente (la mayoría trabajadores del GOREL). En fin, son gajes del oficio. Salí de Radio 10 siguiendo la misma calle Aguirre hasta llegar a la calle Huallaga.
En la misma esquina de Huallaga con San Martín, los jóvenes socialistas, encabezados por Renato Achata (Juventud Socialista), lanzaban reclamos en voz alta en contra del gobierno aprista. A esa hora, el doctor aprista, Enrique Pinedo, se refería al paro como una medida absurda por la bonanza “diz que” del gobierno. Renato calentaba los motores para decirle su vida a Pinedo. A su turno, Renato le dijo que el gobierno debería adoptar otra política económica y no seguir creyendo en el “chorreo” (política neoliberal) que traen las grandes empresas extranjeras. “Los apristas deberían volver al leer el Anti Imperialismo y el Marxismo para ver si logran esclarecer sus ideas”, fueron las últimas palabras de Renato antes de concluir la entrevista. En ese ritmo constante de movimiento, me toque con el ágil Erick Romero, quien toma fotos de todo lo que ocurre para el “Diario de Iquitos”.
Eran las 8 y 15 de la mañana y el paro seguía con una normalidad y una tranquilidad vista en pocas ocasiones. Mientras regresaba a Radio Loreto (Arica cuadra 2), note que había más vidrios que en la madrugada, algunas veces tenía que hacer unas maniobras de X Games para no pasar encima de un clavo o restos de alguna botella de cerveza o gaseosa. A esa hora, Manuel Coronado Lino manifestaba en entrevista con Raúl Celis, que el paro era un éxito, y que se notaba que la misma población quiere que el gobierno adopte medidas efectivas para calmar las demandas de la nación. En las diferentes ciudades del Perú el paro se daba con normalidad y en totalidad. Ciudades como Juliaca, Ica, Arequipa, Cusco, Puno, Huancavelica y Chiclayo fueron las zonas con mayor paralización, mientras que en la capital, Lima, el transporte público, la empresa privada y estatal trabajaron con normalidad, la gente se desplazaba por las calles como un día cualquiera y no se dejó sentir la protesta. La movilización en Iquitos estaba programada para las 3 de la tarde, teniendo como epicentro, la histórica Plaza 28 de Julio.
Más tarde por la noche en el canal del estado (Canal 7), escuche al premier Jorge del Castillo decir que el paro fue un fracaso porque las empresas (privadas y nacionales) y el transporte público trabajaron con normalidad (de seguro por eso la PNP resguardó el local del partido aprista en Lima). Salvo algunos bloqueos de carreteras y caminos que obligaron – a la fuerza – a parar a la gente, no se presentaron mayores problemas dando a entender que la gente no está para paralizaciones, sino que desea trabajar y ayudar a que el Perú avance. De esta manera terminaba un día de paro en Iquitos, las calles a las 7 de la noche ya empezaban a barrerse por los trabajadores municipales, quienes habrán tenido un jornada de trabajo no más larga, pero si más ardua. Sigo creyendo que con este paro no se consiguió nada, el gobierno aprista es terco y se empecina en creer que sólo sus ideas (apristas) pueden sacar al Perú de la crisis existente desde hace años. Alan García Pérez ha demostrado ser más intransigente y menos tolerante (que en su primer gobierno) ante las demandas del pueblo, utilizando la fuerza para que el pueblo se trague sus palabras.
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