El Frente Patriótico de Loreto (FPL) hace
muchos años no tiene el nivel de convocatoria ni de aceptación que tenía en sus
años mozos el Frente de Defensa de los Intereses de Loreto, comandado en ese
entonces por dirigentes como Antonio Donadio y Luis Lozano (ambos fallecidos),
cuando Loreto luchaba por el canon petrolero y por mejores condiciones de vida
para sus ciudadanos. En aquellas épocas era común ver multitudinarias marchas
que causaban estupor y miedo en el gobierno nacional. Sino recordemos aquel
episodio del 24 de octubre de1998 cuando Loreto se levantó contra el gobierno
de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Aquel día Iquitos ardió y muchos de
los representantes del gobierno nacional en Iquitos tuvieron que ser escondidos
o escapar de la turba que planeaba matarlos.
Hoy, varios años después, el FPL parece
haberse quedado estancado en el tiempo, con batallas verbales y paros contra el
gobernante regional Iván Vásquez Valera, a quien parecen resbalarle los
adjetivos denostativos que diariamente le lanzan el presidente del FPL Américo Meléndez
y sus dirigentes en algunos medios que coinciden con la línea del FPL. Y es que
en un país libre como el Perú no está mal pensar y actuar, sino más bien actuar sin
pensar. Pero detrás de toda esta campaña “anti-ivanista” parecen existir otros
elementos menos sociales y más políticos. Entre los dirigentes del FPL existen varios
ex candidatos políticos que jamás alcanzaron el puesto y mucho menos el
renombre esperado. Américo Meléndez intento ser congresista, presidente
regional y hasta alcalde, pero jamás lo consiguió. César Coral es un dirigente
del SUTEP que siempre ha estado inmiscuido en luchas sociales pero con poco carácter y autoridad.
En ese circo mediático también están los
candidatos actuales al gobierno regional: Jorge Mera, Fernando Meléndez, Elisbán
Ochoa y a la vez sus pares municipales provinciales y distritales. Es como
juntar a perro, gato y pericote en un solo circo, donde todos luchan “aparentemente”
por un ideal pero finalmente lo que persiguen es ganar más notoriedad y de
hecho más votos, lo cual no está mal, siempre y cuando el apoyo que den al FPL
sea de convicción. Lo gracioso es que cuando alguno de estos gane, esa unión y
esa aparente amistad que existe ahora quedará reducida a cenizas, y el mismo
circulo vicioso que vemos ahora se volverá a repetir con otros candidatos políticos
nuevos o, en el peor de los casos, los mismos de siempre.
Hace algunos años, el FPL viene sosteniendo
la teoría de que el gobierno regional de Loreto es uno de los más corruptos a
nivel nacional y que su presidente se está enriqueciendo a costa de los
loretanos, mejorando la economía de su círculo más cercano y creando programas
sociales asistencialistas para mantener en calma a la población. Quizá muchos
puedan estar de acuerdo, quizá otros no, pero los que defienden a capa y espada
a Iván, sostienen que jamás existió (ni existirá) un gobernante tan
identificado con los problemas sociales de su población. Vásquez nació en
Contamana, estudió la universidad en Lima y volvió a Iquitos. Es un tipo
pedante (eso no lo voy a negar), pero despierta simpatía entre sus seguidores
por su imagen de hombre sencillo y preocupado, lo cual le ha servido para
mantener a su agrupación política vigente por más de 20 años y para continuar
con un trabajo político que, según las mismas palabras de Iván, pretende
continuar por muchos años más.
La historia de Iván Vásquez en la política loretana
comenzó a inicio de los 90, cuando intento infructuosamente en dos
oportunidades hacerse con la alcaldía de Maynas. Y como dice el refrán: “a la
tercera es la vencida”, consiguió la alcaldía en la tercera oportunidad con
Fuerza Loretana. Lo único que recuerdo de la gestión municipal de Vásquez es
una fiesta sobre el río Amazonas para recibir el año nuevo 2000, lo cual se
promocionó con bombos y platillos a nivel nacional. Y es que eso siempre le ha
gustado a Iván, las cámaras y los reflectores, quizá por eso hoy tiene su canal
de televisión (más él que tiene su medio hermano) y su emisora radial, donde
los conductores se dedican a despotricar contra los opositores de Vásquez, muchas
veces con adjetivos vulgares que parecen no causar vergüenza ni indignación en
un pueblo acostumbrado a malos gobiernos y gobernantes corruptos.
Volviendo al inicio, los paros en Loreto no
han conseguido absolutamente nada, salvo comisiones de bajo nivel y una que
otras veces comisiones de alto nivel que llegan a Iquitos a tratar temas de interés
público pero que no dejan de ser meras formalidades en un país acostumbrado a
las informalidades. Con dirigentes sin ideas, principios y más bien preocupados
por sus interés personales y ver de que manera le pueden sacar partido al
asunto. Como se extraña a dirigentes como Donadio y Lozano, quienes luchaban
por los ideales colectivos y por la defensa de la Amazonia sin mirar tintes políticos
y sin aspiraciones personales o económicas. Se extraña a aquellos viejos líderes
que un día hicieron de la Amazonia un mejor lugar para vivir pero sobre todo un
lugar donde la razón era construida con luchas colectivas y paros al gobierno
nacional que sentía la pegada y sucumbía ante los reclamos justos del pueblo.