lunes, 31 de diciembre de 2012

IQUITOS: Problemas y Soluciones (II parte)


En la primera parte hablamos de energía eléctrica cara, falta de industria, gobiernos locales corruptos, ausencia de vías de comunicación con la costa e inexistencia de un plan de desarrollo político, económico y social. En esta segunda parte continuaremos hablando de los problemas que existen en la región Loreto y que desde hace varias décadas atrás no se pueden solucionar por algo simple: falta de voluntad y decisión. Loreto es una región que cuenta con ingentes recursos naturales. La biodiversidad es uno de los principales atractivos para los científicos internacionales y para el estudio de medicinas y derivados para la industria cosmética. Durante la época del caucho (a inicios del siglo XX), los primeros extranjeros construyeron sus viviendas con materiales traídos desde Europa. Si uno se detiene a analizar, traer azulejos, losetas, vitrales y candelabros desde el viejo mundo resultaría oneroso actualmente, sin embargo decenas de familias ingleses, italianas, portuguesas, holandesas y alemanas lo hicieron en embarcaciones a vapor.
 
Prueba de ello son las más de 15 construcciones que datan de esa época y que son consideradas como patrimonio cultural de la Nación por el Ministerio de la Cultura. Aquellos tiempos el transporte más usado era un ferrocarril que unía la zona centro con la zona este y sur. Cuyo único vagón sobreviviente se encuentra como reliquia en la plaza 28 de julio. Si en aquella época, pese a las condiciones climatológicas adversas, la falta de recursos económicos, la falta de vías de comunicación con la costa, el sobrecosto de los materiales de construcción y demás factores, se construyó un ferrocarril como medio de transporte masivo urbano, con mayor razón en la actualidad. Iquitos se merece un transporte metropolitano, ya que Iquitos está conformado por 4 distritos: Iquitos, Punchana, Belén y San Juan. Diariamente se movilizan más de 200 mil personas de un punto a otro de la ciudad, siendo los principales vehículos de transporte masivo los colectivos y, a menor escala, los motocarros. ¿Cuánto dinero se genera por este movimiento del parque automotor al año? Es algo para estudiar.
 
Los suelos de Iquitos son húmedos y arenosos, ya que vivimos rodeados de agua y las filtraciones subterráneas imposibilitan construir edificios de más de 10 pisos. Sin embargo, el avance de la tecnología y de los medios de construcción son elementos esenciales para el desarrollo de las ciudades como Iquitos. La construcción de un metro podría ser una buena opción para descongestionar el caos vehicular que se da en las horas pico (7 a.m, 1 p.m y 6 p.m). Se tendría que construir por debajo del suelo con ayuda de maquinaria pesada y con el apoyo de miles de obreros (lo cual generaría puestos de trabajo temporales). La línea uniría los 4 distritos en tiempo record acortando las distancias y mejorando la productividad de la sociedad. Otra salida seria un tranvía que recorra toda la ciudad. Los colectivos son vehículos de transporte masivo que tienen capacidad para 40 pasajeros, dentro del vehículo va un chofer y un cobrador. El pasaje esta a un sol. Estos colectivos recorren la ciudad de punta a punta y demoran un promedio de una hora u hora y media para hacerlo. Las quejas de los usuarios son los malos tratos y la velocidad excesiva con las que se desplazan por las angostas calles de Iquitos.
 
Los colectivos están construidos con armazón de madera y metal, asientos de plástico duro y motor de hace 20 años. Es decir, son unidades vehiculares que datan de más de dos décadas y que no se han renovado por la falta de previsión de la gerencia de tránsito de la autoridad edil provincial (unidades obsoletas y que contaminan el medio ambiente con sus gases tóxicos). Lo ideal sería replicar el ejemplo de Lima Metropolitana, que a través de bonos y créditos financieros ayuda a los empresarios transportistas a renovar la flota de sus vehículos y a mejorar el servicio, reduciendo las emisiones de carbono. El ruido que provocan estos vehículos, obsoletos y poco seguros, es ensordecedor, al igual que los motocarros que tienen el tubo roto o abierto. Los policías de tránsito, que deberían controlar, regular y sancionar a los responsables de esta contaminación acústica, no cumplen con su deber o simplemente no les da la gana de hacerlo. Prefieren taparse los oídos cuando uno de estos vehículos pasa por su lado. El parque automotor de Iquitos está obsoleto y amerita una renovación y una clasificacion urgente.
 
La venta de motos y motocarros se ha triplicado en los últimos 10 años, y a pesar que vivimos en un libre mercado, muchos de los compradores no cuentan con licencia de conducir y menos con capacitación para hacerlo. Es por ello que los índices de accidentes de tránsito y muertes en las pistas han aumentado en los últimos 5 años. Si a esto le aunamos el pésimo trabajo que vienen realizando las empresas subcontratistas del alcantarillado integral de Iquitos, quienes destruyen las pistas para colocar tuberías de mayor diámetro para el pase de aguas servidas y pluviales y no cumplen con los estándares recomendados durante la reposición de concreto y capa asfáltica, los índices por muertes en las pistas aumentan dramáticamente (por despistes en los desniveles dejados por los malos trabajos o por zanjas a medio cerrar o sin la señal de peligro). Actualmente Iquitos no cuenta con un sistema de drenaje eficiente y la contaminación de los ríos sigue siendo uno de los principales problemas de enfermedades diarreicas y de la piel. La Municipalidad Provincial de Maynas y el Gobierno Regional de Loreto tienen mucho trabajo que hacer, pero andan más interesados en gastos operativos y de capital que en los verdaderos gastos, los gastos de inversión.

El déficit de vivienda en Iquitos es otro de los problemas más comunes. La construcción de precarias viviendas en zonas inundables (ubicadas en las periferias de la ciudad), el crecimiento poblacional sin planificación, la falta de empleo y de un plan urbano de desarrollo (o al menos de control urbanístico) hace que la ciudad crezca en desorden. Si esto sucede en la capital, imagínense que pasará en las demás provincias y distritos que se encuentran, geográficamente, mucho más lejos del aeropuerto y de las centrales de agua potable y luz (con presupuestos liliputienses y descontados, para variar, por el alcantarillado de Iquitos que en nada beneficia a los distritos del interior de la región). Los proyectos de vivienda que tiene el gobierno no dejan de ser graciosos para una realidad económica que bordea los 1000 soles mensuales. Y si tienes hijos y mujer, el gasto aumenta abismalmente. Con bonos que pagan el 10 o 15% del total del costo de la casa y con intereses que se elevan hasta el cielo es imposible calificar para comprar una casa. Si así es en los créditos de vivienda del gobierno, peor es los créditos hipotecarios en los bancos. Y si eres joven tienes un punto menos a tu favor.

La solución sería que los gobiernos locales sumen fuerzas y presupuestos, compren terrenos y los saneen con energía eléctrica, agua potable, alumbrado público, centros de salud, colegios y pistas (no necesariamente construidas, pero si delimitadas). Con lotes metrados y listos para construir. Estas nuevas urbes deben ser en zonas no inundables y con rápido acceso a la carretera. Así se va construyendo pequeñas ciudades a lo largo y ancho de la región. Es importante que los empresarios y las instituciones privadas apoyen a los gobiernos locales y generen polos de desarrollo en estos puntos (centros comerciales, supermercados, tiendas por departamento, bancos, farmacias, etc). Los lotes estarían a disposición de las personas más humildes y la construcción de las viviendas (ecológicas y con materiales prefabricados) podría ser con apoyo del Ministerio de Vivienda o con apoyo internacional. Recordemos que existen infinidad de organismos no gubernamentales e instituciones filantrópicas que ayudan este tipo de iniciativas, solo es cuestión de gestionar el apoyo. Si consideramos que estas nuevas micro ciudades necesitarán médicos, enfermeras, maestros, administradores, ingenieros civiles, arquitectos, comunicadores, contadores, banqueros, farmacéuticos y vendedores, con eso ya estamos generando más trabajo y movimiento económico.
 
La carretera Iquitos – Nauta seria una vía de comunicación que facilitaría el intercambio de productos de un punto a otro. Es necesario acotar que la delimitación de una zona industrial es vital para mejorar las condiciones de producción, transporte y abastecimiento a los mercados locales y nacionales. Loreto tiene que producir lo que está a la mano: gaseosas, muebles, vehículos, ropa, luces, alimentos no perecibles, asfalto, entre otros. Lo esencial es darle impulso a la industria, pero primero es necesario abaratar el costo de la producción de energía eléctrica. Hay alternativas energéticas como la energía fotovoltaica que bien podría usarse en una zona tan calurosa como Loreto. Paralelo a esto es factible construir vías de comunicación interprovinciales. Lo primero que se tiene que mejorar y abastecer es el mercado interno, cuando la producción local este marchando bien, los mercados nacionales e internacionales pueden ser una excelente opción, previa calificación de los estándares del producto. En la carretera Iquitos – Nauta existe una planta de asfalto, sin embargo no se le usa adecuadamente y no se produce al 100% de su capacidad. Las calles y pistas de Iquitos son otro de los problemas que encontramos cuando transitamos, ya que el deterioro y el resquebrajamiento de estas ocasionan accidentes y estrés en los conductores.

Esta segunda parte la dejaremos aquí, en una tercera abordaremos aspectos políticos y la gestión ante el gobierno nacional. La política de inclusión social que promueve el gobierno de Ollanta Humala a través de coloridas campañas publicitarias tiene que llegar a los lugares más alejados y menos favorecidos con el crecimiento económico. Y no seamos mezquinos, la selva no es el único afectado por esta exclusión, sino también la sierra, donde el frio y la falta de oportunidades siguen cobrando la vida de miles de niños y ancianos. El Perú es un país que tiene que mejorar el sistema de administración de recursos humanos y económicos, castigando y separando de por vida que cometan actos de corrupción e imponiendo penas más severas para los delincuentes y transgresores de la LEY. Es necesario mejorar el régimen penitenciario y no convertirlo en un castillo de torturas y odios, sino en un lugar donde los presos pueden estudiar, aprender un oficio, ir a la iglesia y mejorar sus vínculos con los demás. Así cuando salgan en libertad podrán reincorporarse mejor a la sociedad y sobrevivir con sus estudios o con el oficio aprendido.     

domingo, 30 de diciembre de 2012

IQUITOS: Problemas y Soluciones (I parte)


Desde que tengo uso de razón, Iquitos siempre ha sido una ciudad desconectada del Perú. Desconectada por obvias razones: falta de conexión terrestre a la costa. Este factor ha impedido que Loreto se aúne a la cada vez más emergente y pujante realidad de regiones como Arequipa, Trujillo, Chiclayo, La Libertad, Piura, Ucayali, Madre de Dios, Tacna, Cusco, Ancash, entre otras. En una de las últimas encuestas que leí en el diario La República sobre las 10 ciudades TOP del país, ninguna era de la selva (la mayoría eran de la costa y dos o tres de la sierra). Este es un claro indicador de que las cosas no se están haciendo bien en esta parte del país y que la inclusión social y sobre todo económica sigue siendo una utopía del gobierno nacional. Y que la concepción del país, como tal, siempre ha estado solo en la costa, y quizá kilómetros más allá en la sierra. El último lugar donde miran los gobernantes de turno es la selva. Pero en campaña todo lugar es importante y más si los indicadores de pobreza y exclusión son altos.
 
Loreto, desde su creación como zona territorial del Perú, ha tenido que sortear una serie de obstáculos para lograr crear y generar un mercado local. La actividad económica está íntimamente ligada al mercado y al consumo. Consumo que depende de los sueldos de los trabajadores del Estado y de las instituciones privadas. Sin embargo, no existe una industria local y menos galopante que ayude a generar más puestos de trabajo y que mejore la calidad de vida de los habitantes (sin mencionar que los costos de los productos que generarían dichas industrias se abaratarían en contraposición a los que vienen de otras partes del país y del extranjero). No obstante, Loreto tendría que tener energía eléctrica barata, estable y fluida. Algo que en la actualidad sigue siendo un problema, ya que la energía que produce Electro Oriente es a base de máquinas pesadas con residuales del petróleo (encareciendo el servicio y la vida de los habitantes).
 
Otro obstáculo ha sido la falta de una visión política y social a largo plazo. Un plan de desarrollo concertado con todas las fuerzas políticas y organizaciones sociales que se respete en el tiempo. Algo que a los países del primer mundo les ha ayudado a sobresalir y a crecer no solo económicamente, sino también en educación, salud y puestos de trabajo. Además de inversión extranjera por la estabilidad política y tributaria. Los gobiernos locales ostentan indicadores de corrupción altísimos al igual que el Poder Judicial y el Ministerio Público. Si bien es cierto existen órganos de control al interior de estos gobiernos, muchos de ellos no cumplen un trabajo consciente y transparente y son fácilmente manipulados por los gobernantes de turno. La Contraloría General que debería hacer un trabajo de investigación con los indicios de corrupción que encuentran (y muchas veces les proporcionan) en los gobiernos locales dilata estos procesos y los resultados muchas veces salen después de que termino dicha gestión.
 
Ya que hablamos de energía eléctrica cara, falta de industria, gobiernos locales corruptos, ausencia de vías de comunicación con la costa e inexistencia de un plan de desarrollo político, económico y social, es necesario mencionar el deficiente servicio de la telefonía fija y móvil urbana, rural y el Internet. Loreto no cuenta con banda ancha. Hace algunos meses atrás, el congresista Víctor Grández mencionó que hasta el año 2017 Loreto contará con energía eléctrica barata y con banda ancha, ya que la conexión al sistema interconectado nacional será una realidad. Con la interconexión también vendrá la fibra óptica, lo cual acelerará la velocidad de internet en esta parte del país. No obstante, Perú sigue siendo de los últimos en la región en velocidad de transmisión de datos (para que se hagan una idea de cómo está la cosa). Proyectos para abaratar los costos en la producción de energía eléctrica hay dos: la hidroeléctrica de Mazán (que para algunos es inviable y no mejorará en mucho la realidad energética de Loreto) y la interconexión al sistema eléctrico nacional.
 
La segunda parece algo más lógico y económicamente viable, ya que construir en la selva (y en especial en Loreto) es un dolor de cabeza no solo para los ingenieros, sino para los obreros y para los financistas, ya que la falta de tecnología y maquinaria adecuada dificultan terminar las obras en los plazos establecidos. Además del precio del cemento que es dos o tres veces más de lo que cuesta en la costa, al igual que los fierros, tubos y demás materiales de construcción (alquiler de maquinaria pesada, jornal de los obreros, etc). La creciente de los ríos es otro de los obstáculos que se presenta cada inicio de año, ya que la presión hídrica obliga a miles de familias que viven en las zonas inundables a pedir apoyo y refugio a las autoridades. Lo correcto hubiera sido prohibir la construcción de viviendas en zonas inundables y la colocación de hitos en las zonas inundables para prevenir a los invasores. El Ministerio de Vivienda y otras instituciones gubernamentales han habilitado un terreno de varias hectáreas en la carretera Iquitos – Nauta para las familias que viven en zonas inundables, sin embargo la irresponsabilidad y la falta de educación y cultura de algunos moradores (que no respetan el principio de autoridad) hace que, principalmente, los niños, ancianos y madres gestantes sean los más perjudicados.
 
Junto a la creciente de los ríos viene el fríaje y el hambre. Muchas de las familias viven en precarias condiciones con apenas 10 soles en la canasta del día. Con ello tienen que alimentar a más de 3 hijos, abuelos, tíos y hasta sobrinos. Y es que otro de los problemas es la falta de planificación familiar, en especial en las zonas rurales, donde los padres pueden llegar a tener hasta 6 o 7 hijos. Muchos de ellos sin estudios primarios y sin aspiraciones personales de superación. La única salida que tienen es la siembra o el uso de las tierras en la chacra. Y en el peor de los casos: prostitución, drogadicción y delincuencia. La migración del campo a la ciudad no es significativa, ya que en la zona urbana las posibilidades son poquísimas. La ausencia de una industria local obliga a que los negocios contraten personal poco o nada calificado, siendo una barrera para los profesionales egresados de las 3 o 4 universidades que existen en Loreto. Es decir, existe déficit laboral. Es por ello que muchos de los jóvenes después de terminar la secundaria optan por estudia en la capital y aspirar a mejoras condiciones de vida.
 
Las profesiones más requeridas en Loreto son: administración, economía, medicina, enfermería, ingeniería civil, derecho, odontología y educación, aunque esta última no se dé en su magnitud total, ya que el magro presupuesto que destina el Ministerio de Educación para Loreto no cubre ni el 75% del total de los niños en edad escolar que deberían asistir a las aulas y tener textos actualizados, desayunos y almuerzos. Además de infraestructura moderna (o al menos acorde) a las nuevas tendencias pedagógicas. Y la cosa se agrava en la zona rural, donde existen altos índices de deserción escolar, embarazos adolescentes, falta de mobiliario escolar y de docentes y una notable ausencia del Estado. El Estrecho está ubicado en el río Putumayo, muy cerca a la frontera con Colombia, en ese lugar algunos profesores no llegan a dictar clases, y los pocos que llegan, no están en condiciones aceptables para la enseñanza. La ausencia del gobierno aquí es mucho más evidente que en la sierra, ya que los niños prefieren cruzar el río y educarse en colegios de Colombia y Brasil donde el gobierno nacional si les brinda todo el apoyo necesario para su educación. Muchos de ellos, con el tiempo, se quedan y se nacionalizan en esos países.
 
Aquí entra a tallar otro problema: la falta de presencia del Estado en las fronteras. Y aquí el problema empeora, ya que si los productos de primera necesidad, alimentos, materiales de construcción, bebidas y demás elementos para la subsistencia están caros en la capital de Loreto (Iquitos), en las zonas de frontera pueden llegar a costar hasta el triple, lo cual genera niveles de pobreza y extrema pobreza insospechados para el gobierno de Ollanta Humala. La presencia de las compañías petroleras que explotan y extraen el crudo del subsuelo loretano es masiva y sin embargo la inexistencia de mejores condiciones de vida para los habitantes de su entorno es condenable. El gobierno jamás ha negociado la construcción de colegios, hospitales o centros de comercio en las zonas donde se explotan los hidrocarburos, y pese a las millonarias ganancias que les deja a las compañías este recurso, el impuesto a la renta se paga en Lima y a Loreto solo llega un irreverente 15%. La contaminación por plomo, cadmio y mercurio en la sangre de los habitantes de las comunidades indígenas va en aumento y nadie hace nada por frenar este problema, ni el gobierno central ni las autoridades locales.
 
En esta primera parte he tratado de resumir los múltiples problemas que existen en Loreto. Loreto consta de 7 provincias y más de 50 distritos. Su población es de más de 650 mil habitantes y su aporte al PBI es del 3 o 5%. Hay varios proyectos de los candidatos de turno, pero ninguno de ellos es digno de destacar, ya que no existe un verdadero interés por solucionar los problemas de esta región. En la segunda parte seguiré ahondando en los problemas y propondremos alternativas de solución viables con ayuda de las organizaciones sociales, gobierno central y apoyo internacional. Considero que Loreto se merece más que bosques envidiables, flora y fauna variada, ríos, quebradas y cielos azules, una verdadera identidad nacional y un proyecto real de desarrollo. Poder administrar la totalidad de sus recursos y tener una legislación propia son algunas de las salidas que abarcaremos en una próxima entrega. Hasta pronto.   
 
 

 
 
 

lunes, 10 de diciembre de 2012

¿Y SI MAÑANA FUESE EL FIN DEL MUNDO?

¿Y si mañana fuese el fin del mundo? Hace varios años atrás esto no parecía una locura. Era más bien algo cotidiano, algo de todos los días. Ya en el 2000, cuando algunos decían que sería el fin del mundo, la histeria colectiva se apoderó de ciertos sectores religiosos. Quizá yo tenía unos 6 años cuando una amiga mayor que yo me dijo que el fin del mundo sería el año 2000. Era, claro está, el inicio de un nuevo siglo. Según algunas predicciones y algunos hombres de carne y hueso, que para algunas personas eran visionarios y hasta tocados por Dios, el fin del mundo llegaría con el inicio del siglo XXI.
 
¿Pero qué paso cuando rebasamos la frontera de la década del 90 para ingresar a un nuevo siglo? Hasta el día de hoy nada. Pasamos el año 2000 y los años siguientes sin novedades, salvo algunos terremotos, tsunamis y huracanes (que dicho sea de paso nunca faltan), la tierra no desapareció ni se destruyo. Continua en un proceso de cambio climático si, pero no de preocupación. Según los Mayas, el fin del mundo sería el 21 de diciembre de este año, fecha para la cual muchos han construido bunkers y refugios subterráneos. Hace algunos días se publicó en Facebook que la tierra entraría el 21 de diciembre en un cinturón fotónico durante 3 días.
 
Esto, según algunos científicos, es el inicio de una nueva era para el planeta tierra y es un proceso que se da cada mil años. Nada de extraordinario, salvo que seremos testigos de ese cambio (si es que se da). Ya sabemos que Facebook es una red social cuyas predicciones no siempre son las más acertadas. Según la biblia: “nadie sabe el día ni la hora, ni el hijo de Dios”. El fin del mundo es una leyenda urbana que ha recorrido el mundo durante cientos de años para motivar preocupación y conciencia de lo que está haciendo la humanidad. De seguro muchos estarán pensando cuantos pecados han cometido durante su existencia, y hay quienes hasta cambiarán de religión para no quedarse fuera de la tierra prometida.
 
Lo cierto es que el fin del mundo no tiene fecha exacta, porque nadie sabe qué pasará mañana ni en 1000 años, y esa no es una visión, sino el uso de la lógica. Solo espero que el fin del mundo llegue con un cambio positivo para la humanidad. Si tenemos que sucumbir para dar paso a una nueva generación de humanos con mayor conciencia sobre los recursos naturales y el cuidado del medio ambiente, lo haremos. Porque, valgan verdades, la humanidad ha llegado a un punto de no importarle nada: ni el medio ambiente, ni la vida, ni la contaminación de las industrias. ¿Qué estamos haciendo para frenar el efecto invernadero? ¿Qué estamos haciendo para no destruir la tierra? Son preguntas que cada uno de nosotros deberíamos respondernos diariamente.
 
Si el fin del mundo fuese mañana, de seguro me atraparía con mi familia, mis amigos y mis pensamientos de libertad y esperanza. Pensamientos que nunca han dejado de pasar por mi mente y que se han convertido en una filosofía de vida. Si tendría que perecer en un desastre natural, en un frio de varios grados bajo cero, en un aluvión, en un maremoto, en un terremoto de magnitudes insospechables, en un tsunami o en cualquier otro tipo de desastre, lo haría sabiendo que mi relación esta en buenos términos con el creador, a quien siempre lleve presente en mi vida a pesar de mis errores y defectos como persona.
 
No hay nada mejor que estar seguro de lo que uno quiere en la vida y vivir el día a día con optimismo, confianza y seguridad. Honestamente no creo que el fin del mundo sea mañana, ni pasado ni el 21 de este mes. El fin del mundo llegará en algún momento, pero no ahora. Solo el creador del mundo sabe cuándo. No queda más que seguir viviendo y tratar de ser mejores personas. Apoyar a los desvalidos, a los caídos, a los que menos tienen. No ser altaneros ni soberbios. No robar, no matar, no engañar a las personas que nos aman. En resumen, ser mejores personas y esperar la voluntad de Dios para nuestras vidas. Ese es el mejor fin del mundo y de nuestra existencia.