El
prófugo presidente regional de Loreto Iván Vásquez Valera se puso a derecho con
la justicia ayer en la noche en la plaza Sargento Lores de la ciudad de
Iquitos. En medio de un mitin de solidaridad organizado por su movimiento político
Fuerza Loretana, el candidato a una tercera elección hizo su aparición junto a
su esposa ante la sorpresa de sus militantes y simpatizantes. Minutos antes de
su aparición el candidato a la alcaldía de Maynas por Fuerza Loretana Augusto
Vargas Fernández hacia uso de la palabra destacando que estábamos ante la figura
de un “hombre colosal” que en comparación con sus pequeños opositores éste
estaba mucho más cuajado en las contiendas políticas y electorales.
Iván
Vásquez se dirigió a su militancia y en pocas palabras –y en resumen- dijo que
la orden de prisión preventiva por 18 meses en su contra era injusta pero que
se ponía a derecho porque esta con la conciencia limpia. Durante su alocución
el presidente regional se notó sumamente nervioso y emocionado, una combinación
que al parecer le jugó una mala pasada con su salud, ya que tras finalizar sus
palabras fue trasladado en ambulancia a la clínica Selva Amazónica ubicada a
una cuadra y media de la plaza Sargento Lores, cuyo director Martín Casapía –coincidentemente-
trabajaba hasta hace poco para la gestión de Iván Vásquez y es una persona muy
allegada a su círculo de amigos.
Rápidamente
la policía cercó las cuadras colindantes (Morona y Brasil) a la clínica Selva Amazónica
donde fue internado Iván Vásquez por una descompensación en su organismo según el
primer diagnostico de los médicos. Los abogados defensores de Vásquez Valera
declararon que permanecerá internado hasta que se recupere totalmente lo cual podría
tardar de 3 a 5 días, asimismo mencionaron que solicitaron la revocación de la
orden de prisión preventiva ante el órgano pertinente porque no hay peligro de
fuga.
ALGUNAS ASPECTOS A TOMAR
EN CUENTA
Muchos
medios de comunicación y personas en las redes sociales indicaron que el
presidente regional de Loreto se había entregado a la justicia en un mitin y no
es así, ya que Vásquez Valera apareció casi a escondidas y se presentó con los
brazos alzados ante la sorpresa de sus militantes y simpatizantes manifestando
que iba a esperar sentado a la policía. Al momento de dirigirse a sus
correligionarios se mostró tranquilo y con buen semblante, sin embargo minutos después
empezó a ponerse nervioso y a sudar profusamente, quizá presagiando que lo iban
a trasladar a la carceleta del Poder Judicial para su posterior traslado al
Penal de Guayabamba. De todo esto se desprende que Iván Vásquez no se entregó,
porque el que se entrega va a la dependencia policial y se pone a derecho y no
a un mitin trasmitido simultáneamente por televisión y radio lo cual representa
una clara provocación a la policía.
El
general de la policía en Iquitos tras enterarse de la presencia de Vásquez
Valera en el mitin de Fuerza Loretana no actuó de acuerdo a Ley, ya que dejo
que el presidente regional con orden de captura hable por espacio de treinta minutos
y se victimice, lo cual deja mucho que desear del trabajo de la policía y por
lo cual los responsables recibirían sanciones según declaraciones del ministro
del Interior Daniel Urresti. En el Perú las leyes tienen que ser iguales para
todos sin excepciones ni distinciones ni cárceles doradas. Otro dato, la policía
no tenía conocimiento del paradero de Vásquez Valera, según su servicio de
inteligencia habría fugado a Colombia, Brasil, Panamá o Estados Unidos. Todo este
tiempo Iván Vásquez se paseó por la región Loreto sin ser capturado por la policía.
Al dirigirse a sus
militantes y simpatizantes, Iván Vásquez dijo que iba a esperar a la policía
sentado y que se ponía a derecho con la justicia porque estaba con la
conciencia tranquila, entonces no se explica cómo es que fue traslado a la clínica
Selva Amazónica –con ambulancia estacionada en el lugar previamente- y no a la
carceleta del Poder Judicial, pues con todo el show mediático que se armó es evidente
que todo estaba preparado para hacer ver a Vásquez Valera como la victima de un
sistema judicial inquisidor y castigador de los “buenos gobernantes”. Hasta el
cierre de edición una treintena de policías custodian la clínica Selva Amazónica
donde está internado el presidente regional de Loreto.