jueves, 11 de noviembre de 2010

¿Y EN LORETO, QUIÉN NOS REPRESENTA? (I PARTE)

Nuestro escenario político regional se pinta algo sombrío para las elecciones nacionales de abril próximo. No solo por la falta de cuadros políticos nuevos y con ideas frescas, sino también por el gran negocio que representa ser candidato de un partido tradicional. Según el JNE, son 23 los partidos que pueden presentar candidatos a la presidencia de la República para el 2011, de igual forma, candidatos al congreso. En Iquitos; Perú Posible, Solidaridad Nacional, Fuerza 2011, Partido Nacionalista, Acción Popular y APRA, por mencionar algunos, ya están en conversaciones con algunos posibles candidatos y con agrupaciones políticas de mayor arraigo y alcance popular.

Se habla de una alianza entre Fuerza Loretana y APRA, sin embargo, detrás del movimiento político del actual presidente regional, también está el partido de la chacana, de Alejandro Toledo, que, en la ubicación de preferencia de partidos a nivel nacional, está mucho mejor que el APRA. La primera opción para la presidencia, hasta el momento, la tiene el ex alcalde de Lima, Luis Castañeda, quien gracias a una bastante regular administración de la ciudad capitalina (que incluyó la recuperación de varios centros y puntos históricos, el reordenamiento del tránsito urbano, el reforzamiento de la seguridad ciudadana y el embellecimiento del ornato), hoy ostenta un 32% de preferencia en las encuestas (aunque no tiene la misma facilidad de expresión que sus contendores).

Seguido de algunos puntos menos por Keiko Fujimori, hija del encarcelado Alberto Fujimori, quien pese a los casos de corrupción y a los crímenes de lesa humanidad que se le imputan, mantiene un cierto nivel de popularidad como para alivianarle el camino a su progenitora (demás está recordar que el éxito de Keiko radica en la figura de su padre y no por mérito propio, de esa forma llegó al congreso y ahora planea dar el salto a la presidencia; incluso habla de excarcelar a su padre si es elegida). El tercer vagón del tren es Alejandro Toledo, que ya fue presidente en el 2011. El economista de Harvard es recordado por haber mantenido la economía estable (precios, salarios, impuestos, etc.) y por su disposición de diálogo con los sectores laborales.

Su origen de extrema pobreza y su fisionomía (muy andina y representativa del Perú), en un primer momento, fueron vitales para que se haga con el sillón presidencial (aunque algunos escándalos de sus familiares y la de su propia mujer, hicieron que pierda popularidad; además de su afición por las mujeres y el trago). Algo más abajo de Toledo está Ollanta Humala. Ex militar que con sus ideas extremistas y radicales encandiló a aquellos peruanos ávidos de un cambio abrupto e inmediato. Humala representa la izquierda reaccionaria y busca de alguna forma limpiar esa imagen de rebelde para colarse en el centro izquierda; pero ya en ese lugar está ocupado por Perú Posible y Fuerza Social, que ha ganado presencia con la flamante electa alcaldesa de Lima, Susana Villarán.

A Humala se van a sumar los grupos de izquierda que no tienen mayor presencia en la política nacional, y eso, es un mal augurio para el hermano de Antauro. Mención honrosa merecen candidatos como Yehude Simon (cuyo paso por el gobierno de AGP le pasó la factura) y Mercedes Aráoz (elegida por el APRA ante la falta de cuadros en el partido de la estrella). A lo mejor en algunas semanas, nos sorprende algún outsider (como suele suceder en cada campaña presidencial). Este panorama nacional, nos da una idea de lo que puede pasar con los candidatos al congreso por Loreto. Algunos perfiles de candidatos son: Fernando Meléndez, Elisbán Ochoa, Norman Lewis, Warren González, Augusto Vargas, Víctor Isla, Jorge Foinquinos (los últimos tres tientan la reelección).

De los mencionados, Meléndez es el que tiene mayor opción de entrar al legislativo; al igual que Ochoa, quien quedó en tercer lugar en las elecciones regionales. González es abogado penalista y es conocida su afición por la política. Conocedor del sistema de justicia y sus falencias, sería una buena carta en el parlamento. Lewis es quizás el más flojo de todos. Ensombrecido toda su vida política por la imagen de Iván Vásquez, no ha sabido ganarse un lugar por mérito propio (hace poco se pusó a favor de Pluspetrol, aduciendo que el informe de contaminación en el río Marañón, presentado por el IIAP, era irresponsable porque tal contaminación no existe; definitivamente, parece que Lewis no vive en Loreto).

Nuestros representantes al congreso – casi siempre - han regresado con las maletas llenas y sin pena ni gloria. La falta de voluntad política e identidad con los problemas sociales, económicos y políticos de esta región, hacen que nuestros representantes se acostumbren a la rutina del parlamento y su accionar lento y adormilado. Por eso Vargas se pegó a la bancada aprista y sucumbió a los intereses de ésta, e Isla se dedicó a hacer campaña por Ollanta. Después del fallecimiento de Mario Peña (que si vale la pena mencionar por su temple, preocupación y vocación de servicio), Foinquinos fue quien ocupó su lugar, pero no estuvo a la talla de su compañero acciopopulista.

Las candidaturas están a disposición del mejor postor. ¿Cuánto tienes, cuánto vales? De seguro que en esta oportunidad tampoco entraran los más preparados o lo más comprometidos en solucionar los problemas de Loreto. Pero eso sí, seguiremos viendo como nuestra región sigue olvidada mientras que otros se llenan los bolsillos en la comodidad de sus asientos desde la capital.

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