Leí en el blog de Isaac Ocampo (http://www.delaselvasuwebon.blogspot.com/) sobre un robo a dos ciudadanas argentinas en la Plaza de Armas el día de ayer. Menciona que un señor sujetaba al presunto ladrón del cuello (y nadie más le ayudaba, sólo chismeaban) mientras esperaba “inútilmente” que aparezca el serenazgo (cuyo local se esta construyendo o ya se terminó y se encuentra muy cerca a la Plaza), a la policía o a superman (que nunca apareció) y se lleven al muchacho a la comisaría, a su casa, a un reformatorio.
Los robos a personas foráneas es algo “demasiado” habitual en nuestra ciudad. Le debemos esa fama, no sólo a los medios capitalinos que explotaron el robo que sufriera Gastón Acurio a manos de unos piratas a bordo de un barco turístico en el río Amazonas (en actual concurso para ser una de las siete maravillas naturales del mundo), sino a cuanto visitante ha tenido la desgracia de encontrarse con los amigos de lo ajeno en nuestra ciudad. Gastón, en un gesto muy cordial de su parte, trató de minimizar el asunto diciendo que es algo que le puede ocurrir a cualquiera pero el daño ya estaba hecho.
Acurio es un personaje conocido no sólo a nivel nacional, sino también tiene una presencia considerable entre los círculos económicos, gastronómicos y hasta políticos en el mundo. Lo que los medios nacionales le decían a los otros peruanos en las noticias era, literalmente, “no vaya a Iquitos porque le pueden robar”. Y es pues una grave falta de la policía y de las autoridades competentes (MPM y su serenazgo) no haber ideado un plan para frenar esta actividad desleal (ciertamente) en contra de la ciudad, del país y de los turistas.
Cámaras fotográficas, filmadoras, relojes, cientos de dólares, maletines, carteras, joyas, ropa y quien sabe que otras cosas más han dejado los turistas – no por voluntad propia - en nuestra ciudad (gracias a la mano ajena). Lamentable la imagen que se puede generar por comentarios y referencias de las personas que nos visitan y se llevan una mala impresión sobre la falta de seguridad en Iquitos. A la ya controversial y masiva información en Internet de que Iquitos es el paraíso del turismo sexual (y sexual infantil), ahora hay que agregarle la de una ciudad donde los turistas y visitantes son asaltados sin ningún tipo de resguardo o protección.
¿La DIRCETURA?, pues ahí impulsando la candidatura del río Amazonas, colocando fotos paisajísticas y de postal en su pagina web para atraer más turistas y viendo que eventos patrocinar. Este tipo de hechos son escuchados a diario en los medios locales (al menos yo los escucho con regularidad), hasta el momento los responsables de la seguridad ciudadana no han salido a decir que es lo que van a hacer para reducir los robos y ataques en contra de los turistas nacionales y extranjeros (siendo estos últimos lo más afectados). Haber que dice “Shaluquito” antes que finalice el año (¿y asi piensa en la reelección?).
Los robos a personas foráneas es algo “demasiado” habitual en nuestra ciudad. Le debemos esa fama, no sólo a los medios capitalinos que explotaron el robo que sufriera Gastón Acurio a manos de unos piratas a bordo de un barco turístico en el río Amazonas (en actual concurso para ser una de las siete maravillas naturales del mundo), sino a cuanto visitante ha tenido la desgracia de encontrarse con los amigos de lo ajeno en nuestra ciudad. Gastón, en un gesto muy cordial de su parte, trató de minimizar el asunto diciendo que es algo que le puede ocurrir a cualquiera pero el daño ya estaba hecho.
Acurio es un personaje conocido no sólo a nivel nacional, sino también tiene una presencia considerable entre los círculos económicos, gastronómicos y hasta políticos en el mundo. Lo que los medios nacionales le decían a los otros peruanos en las noticias era, literalmente, “no vaya a Iquitos porque le pueden robar”. Y es pues una grave falta de la policía y de las autoridades competentes (MPM y su serenazgo) no haber ideado un plan para frenar esta actividad desleal (ciertamente) en contra de la ciudad, del país y de los turistas.
Cámaras fotográficas, filmadoras, relojes, cientos de dólares, maletines, carteras, joyas, ropa y quien sabe que otras cosas más han dejado los turistas – no por voluntad propia - en nuestra ciudad (gracias a la mano ajena). Lamentable la imagen que se puede generar por comentarios y referencias de las personas que nos visitan y se llevan una mala impresión sobre la falta de seguridad en Iquitos. A la ya controversial y masiva información en Internet de que Iquitos es el paraíso del turismo sexual (y sexual infantil), ahora hay que agregarle la de una ciudad donde los turistas y visitantes son asaltados sin ningún tipo de resguardo o protección.
¿La DIRCETURA?, pues ahí impulsando la candidatura del río Amazonas, colocando fotos paisajísticas y de postal en su pagina web para atraer más turistas y viendo que eventos patrocinar. Este tipo de hechos son escuchados a diario en los medios locales (al menos yo los escucho con regularidad), hasta el momento los responsables de la seguridad ciudadana no han salido a decir que es lo que van a hacer para reducir los robos y ataques en contra de los turistas nacionales y extranjeros (siendo estos últimos lo más afectados). Haber que dice “Shaluquito” antes que finalice el año (¿y asi piensa en la reelección?).
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