La creciente de los ríos es un problema que causa más de un dolor de cabeza a los gobernantes de Loreto, ya que cada año se gastan miles (y quizá cientos de miles) de soles en la construcción de puentes, compra de alimentos, frazadas y reubicación de damnificados. Iquitos es una metrópoli que agrupa a los distritos de Punchana, Belén y San Juan con una población superior a los 150 mil habitantes. En sus áreas periféricas se ubican decenas de asentamientos humanos con poblaciones vulnerables. Las casas son de material rustico y se ubican a dos o tres metros de la superficie. Este mecanismo, que no es nuevo en la selva, previene que el agua de los ríos llegue al piso de la vivienda, sobre todo en época de lluvias.
Sin embargo, los cambios climáticos de los últimos años han provocado que las lluvias tengan un mayor volumen de agua y por ende una mayor repercusión en las zonas periféricas. Cuando una llega a asentamientos humanos como Munich (en La Pradera) o El Porvenir (en Pampachica) encuentra un panorama parecido al de Venecia. Aunque en este caso las casas son precarias y las condiciones de salubridad inadecuadas. El único medio para transportarse son los puentes, construidos con tablas y listones de madera. Cada casa construye un pequeño puente de conexión al puente mayor. Otro caso similar y quizá el más drástico es el de Belén zona baja, enorme extensión de terreno que alberga a más de 10 mil familias.
En época de vaciante caminar por Belén zona baja es una experiencia única. Las casas son de madera y tienen techo de palma. Se ubican a unos metros de la superficie y no gozan de servicios básicos como agua o energía eléctrica de calidad, ya que las conexiones son por pequeños tubos que suben hasta las casas y la electricidad es abastecida por cables que parecen telarañas. Todas conducen al puerto del río Itaya donde se comercializan plátanos, carnes, frutas y otras mercaderías comestibles. Las pistas son estrechas y cada zona o pueblo parece ser la misma que viste metros atrás. Existe un colegio primario-secundario y una posta médica. Aunque su existencia data del siglo pasado, ningún alcalde belenino ha hecho un plan o un proyecto de modernización de esta zona en la que se incluya la construcción de viviendas dignas e incorporación de servicios básicos.
Este lugar es una de las zonas más perjudicadas cuando crecen los ríos, ya que el movimiento comercial y la extensión territorial y poblacional complican el ingreso y la salida que se hace por puentes angostos. Se estima que el año pasado más de 60 mil personas fueron afectadas por las inundaciones y otras 20 mil sufrieron la pérdida de sus sembríos. El apoyo que brindan los gobiernos locales hace posible la llegada de alimentos y agua potable, así como la construcción de puentes provisionales. Aunque en algunas jurisdicciones, como en el caso de Punchana, el alcalde manifestó que no era su problema si aquellas personas habían optado por vivir en las zonas periféricas, siendo duramente criticado por los medios y la población en general.
Punchana e Iquitos son los distritos más afectados cuando crecen los ríos y definitivamente se debe pensar o elaborar un proyecto que evite el gasto excesivo de recursos en apoyo a los ciudadanos afectados, ya que, ciertamente, existen alternativas de solución a estos problemas. Recuerdo que el año pasado un arquitecto argentino presentó un proyecto de ciudad flotante, la cual sería una alternativa de solución para el problema de Belén zona baja. Las casas tenían una base que se adaptaba al nivel del río con interiores modernos y estructuras sólidas. El servicio de meteorología (SENAHMI) informa que las lluvias seguirán y se espera que los afectados tomen sus precauciones.
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