martes, 18 de noviembre de 2008

¿AFGANISTÁN O IQUITOS?

La primera impresión que tengo al llegar a la calle 2 de Mayo es que ha sufrido un bombardeo inclemente desde el cielo. Parece una calle de Afganistán en plena guerra con los yanquis. Hay huecos por todos lados, presencia de arena y charcos de agua; es un espectáculo calamitoso, inconcebible, denigrante. Me pregunto como es que ninguna autoridad - ni municipal, ni regional - ha hecho algo hasta el momento. Se que Iván Vásquez y Salomon Abensur han transitado alguna vez en sus vidas por las cuadras 5 y 6 de la calle 2 de Mayo, pero como siempre pasan en camionetas con buenos amortiguadores, no han notado que poco falta para que el poco asfalto que queda sufra una erosión por la humedad del terreno y se destruya por completo.

Esta obra no debe pasar los 10 años de ejecutada, sin embargo, se puede notar que la razón principal de las personas que llegan a ser autoridades no es precisamente el realizar obras de calidad. Recuerdo que la calle Ramón Castilla, a meses de su reasfaltado, empezó a presentar fisuras que notaban un pésimo criterio técnico o la “mano pegajosa” de los responsables. El mal estado de las calles en nuestra ciudad no es una novedad, hoy es costumbre ver este tipo de sucesos a diario, obras que al año - e incluso meses - ya tienen que subsanarse. Eso sin mencionar las veces que vas por una calle y te encuentras que esta – parcialmente - cerrada por reparaciones.

Los conductores de vehículos (menores y mayores) tienen que adivinar por donde pasar para no caerse porque no existen las señales de peligro pertinentes en el lugar de la “inesperada refacción”. Si no fuera por los vecinos que hacen una candelita o colocan una tela roja en el lugar, jamás se podría intuir que hay un obstáculo en la pista. El criterio de los gerentes de tránsito, de los encargados de obras públicas y de las propias autoridades locales muestra mucha insensatez. No se respeta el derecho que la gente tiene a su seguridad y a recibir obras de calidad por parte de sus gobernantes de turno. La razón principal de los “cargos representativos en la sociedad” (presidente regional y alcalde) son dar comodidad, bienestar y seguridad a su gente.

Los vecinos de la calle 2 de Mayo viven mortificados, indignados y cansados de esperar una respuesta por parte de la autoridad edil o, en todo caso, regional. Ya han cursado en varias oportunidades oficios, solicitudes y nada. En anteriores ocasiones se han parchado (un término muy usado por los gerentes de obras) los huecos, pero como era de esperarse, a los pocos meses se han vuelto a mostrar, amenazantes y peligrosos como son. Cabe mencionar que por la zona el alumbrado público es un tanto deficiente, lo que hace menos perceptible la magnitud del bache a la hora de transitar. Creo que esos huecos se pueden reparar en menos de un día. Existe la maquinaria necesaria y la mano de obra capacitada.

Si se pudo reasfaltar la Av. Abelardo Quiñones en tiempo record con motivo de la APEC, no creo que un par de cuadras signifiquen “tremendo lío” para nuestras autoridades. Se hace extensiva la invitación al gerente de tránsito - en compañía del gerente de obras - de la Municipalidad de Maynas a darse una vuelta por esta calle y dialogar con los vecinos (los principales perjudicados) En todo caso, habría que preguntarle a Iván Vásquez o a Salomon Abensur que esperan para actuar, acaso no es un derecho ciudadano reclamar cuando una obra pública esta mal. Mejor aun sería recomendarles un paseo – gratuito - por el lugar (en bicicleta, moto o motocarro, claro), tal vez de ese modo sientan – de manera presencial - el malestar de los habitantes de la quinta y sexta cuadra de la calle 2 de Mayo.

No hay comentarios: