domingo, 2 de agosto de 2009

CREMA VOLTEADA (CNI 1 - U 0)


Hasta que por fin ganó CNI. El cuadro dirigido por César Chalaca Gonzáles jugaba un encuentro trascendental ante el club merengue Universitario de Deportes, el actual puntero del campeonato descentralizado. Las luces del Max Augustín se encendieron desde las 7 de la noche. La gente en los exteriores del estadio hacia una larga cola para ingresar. Cientos de niños en compañía de sus padres llevaban camisetas del club capitalino mientras que otros llevaban la camiseta del club local. Y es que no se puede negar que el club dirigido por el "cabezón" Juan Reynoso tiene un gran arraigo en todos los rincones de nuestra patria.

Los vendedores ambulantes de indumentaria deportiva ofrecían polos con el perfil de recordado Lolo Fernández, además de la camiseta original (eso decía el vendedor) del club universitario. También ofrecían la camiseta alterna del club loretano y la de partidos oficiales (marca Mitre y Joma, gracias al ingenio peruano). Llegada las ocho de la noche llegué al estadio. Dos policías de tránsito (mujer y hombre) hicieron que ejercite mis piernas empujando mi moto hasta el frontis de la tribuna occidente del estadio. Antes de llegar a las escaleras que conducen a la tribuna preferencial ya escuchaba las arengas del “vendaval de la selva”, la incondicional barra del equipo albo.

El estadio estaba abarrotado en sus cuatro lados. No había asientos disponibles. Así que caballero, había que hacerse espacio parado. La U atacaba en campo colegial y la gente arengaba para que no se consume la acción. Chalaca Gonzáles estaba en el área técnica dando indicaciones a sus jugadores (durante los noventa minutos estuvo en esa zona). Al otro lado Juan Reynoso lucia una camisa amarilla y unos pantalones oscuros. El primer tiempo estuvo parejo para ambos equipos. El esquema táctico del equipo crema (que ayer jugó de guinda) era buscar el gol mediante el contragolpe. CNI salió a buscar los tres puntos desde el pitazo inicial. Barrena trataba de articular algunas jugadas del peligro.

Orejuela estaba perdido en el campo, su nombre se diluyó del vocabulario de los periodistas deportivos en la deslucida actuación que mostró ayer. Nick Montalva sacaba algunas jugadas de peligro más atrás. Llontop (hasta hace poco el tercer arquero de la U) atajaba algunos remates de media distancia del cuadro albo. Guevara en el medio campo no tenía ideas para llegar con contundencia al área crema. “Manzanita” Hernández tuvo algunas jugadas para el recuerdo y el arquero Hernández (segundo en CNI) sacó un par de tiros para las fotos de los medios. De esa forma concluía el primer tiempo y la gente aprovechaba para tomarse algo que calmara la sed (otros, como es habitual, aprovechaban para comer).

Ya en el segundo tiempo, ubicado en un mejor lugar del estadio, estaba listo para ver las variaciones en el juego y en el equipo colegial. Chalaca no realizó variantes. El juego ofrecía lo mismo del primer tiempo, ambos equipos creaban jugadas de peligro que no se concretaban en gol. CNI tuvo dos claras ocasiones que se fueron al cielo. Chalaca Gonzáles se animo a realizar los cambios para darle más ofensiva a su equipo. Christopher Soto fue reemplazado por Augusto Yep, luego ingreso Ángel Guerrero por Carlos Barrena y Nicolás Celis por Hugo Castillo. La U hizo lo propio con Conde, Landauri y Labarthe. Johan Vásquez fue expulsado a los 85´ por una falta en el medio campo y la U se quedaba con diez hombres. CNI buscaba sin éxito el gol ante el club visitante. La afición se desesperaba.

Era el minuto 89´, una jugada por el sector izquierdo del campo llega hasta los pies de Guerrero quien avanza unos metros con la pelota, levanta la mirada y saca un disparo potente desde unos 30 metros. Llontop se estiró pero no pudo alcanzar el remate que infló las redes del arco crema. La algarabía en el estadio se dejo escuchar en toda la ciudad, el grito de gol me dejó sordo por un instante, aunque eso no era problema, el gol era para el equipo loretano que le ganaba a la U a falta de tres minutos para el final. Un minuto después una de las torres se apagó, Reynoso reclamó airadamente pero el partido seguía su curso, el árbitro miraba su reloj y los miles de hinchas loretanos parados de sus asientos pedían el tiempo casi susurrando. Después del pitazo final todo fue celebración en la ciudad. CNI había conseguido un logro merecido por el trabajo que mostró en el campo y ahora hay que pensar en el próximo encuentro, de esta manera CNI queda con 24 puntos y se aleja del fondo de la tabla.

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