Es lamentable pero ya no increíble hasta donde puede llegar la inescrupulosidad de la gente por ganar dinero. La modalidad de estos malos comerciantes era comprar conservas de baja calidad y precio, para luego cambiar las etiquetas por reconocidas marcas como COMPASS y A1, vendiéndolas a un mayor precio que el real. La zona de distribución primordialmente eran los puntos marginales y rurales de la ciudad.
El dueño de la tienda, Segundo Rafael Tello Ramírez, fue intervenido por la policía en presencia del fiscal de prevención del delito. En el lugar se encontraron siete mil etiquetas de diferentes marcas de conservas de calidad, las cuales restaban colocar a las conservas que aún se encontraban en las cajas.
Este nefasto comerciante será denunciado por el delito contra la salud pública y propiedad industrial. El castigo debe ser ejemplar. Espero que no vuelva al negocio en unas semanas, ya que – al parecer – esta acostumbrado a hacer lo mismo con otros productos, según manifiestan los caseritos del negocio.
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