lunes, 23 de marzo de 2009

PELOTA DE TRAPO 2009

El sábado por la noche, antes de ir a perder mi tiempo en algún bailódromo o chupódromo de la ciudad, asistí – por primera vez – a una final del longevo campeonato de menores “Pelota de Trapo” (fundado por Héctor Vargas Haya). Desde niño he visto como los padres se entusiasman y se desbordan ante cada jugada de sus vástagos en las canchas de loza (cada gol que escapan o cada pase al delantero). Equipos de todos los estratos y niveles socioeconómicos muestran lo mejor del futbol infantil en un torneo que conmemoró sus 50 años de vida este año. Yo jamás he participado – ni como espectador ni como jugador – en este campeonato, pero el sábado, gracias a la invitación de mi padre, pude ver el interés (desmedido y desinteresado) que existe en la gente por contribuir al desarrollo de estos niños que hacen lo que más les gusta (patear la pelota).

El reloj marcaba las 9:00 de la noche, yo trataba de no dormirme mientras miraba televisión en mi sala. Mi padre, quien descansaba en una mecedora de madera, recibe una llamada desde el coliseo cerrado de Iquitos para que se acuerde que hoy es la final del campeonato “Pelota de Trapo”. Él, muy entusiasmado porque el equipo de Radio Loreto jugaba la final con Somos Iquitos, me hizo la invitación para asistir juntos (y con mi hermanita de 10 años) al lugar del encuentro final. Ante tanta insistencia, termine por aceptar la invitación. Enrumbamos con dirección al vetusto coliseo de Iquitos. Al llegar, el parque de estacionamiento del lugar estaba abarrotado (pero siempre se puede hacer un espacio). Tras las rejas (que son la barrera entre la calle y el coliseo) estaba sentada una señorita vendiendo las entradas. Un papel amarillo pintado con plumón negro hacia referencia al precio de las entradas: 2 soles adultos y 50 céntimos niños.

Una vez que pagamos por el derecho de entrada (yo no, mi papá), nos dirigimos a la tribuna preferencial (y la única disponible) para ocupar un lugar en medio de gritos, barras (no tan bravas) y música proveniente de una corneta y un bombo. Subimos hasta el segundo nivel de asientos de madera (a pocos metros del techo). Desde ahí la vista era bastante aguda. Jugaban dos equipos (uno de uniforme color blanco y el otro de color azul) por el tercer y cuarto lugar respectivamente. Eran las 9:20 de la noche, mi celular sonaba insistentemente, el partido se tornaba más interesante que cualquier llamada ociosa. Una señora, que estaba sentada una fila más abajo, amarcaba a su bebe mientras trataba de no saltar tanto cuando el equipo de los blancos fallaba un gol. El partido termino y era para los dos equipos finalistas.

El equipo de Radio Loreto salio a la cancha del coliseo (tipo futsal) con su clásico uniforme color verde. El equipo de Somos Iquitos hizo lo mismo vistiendo un uniforme de color amarillo. La gente estaba a la expectativa de este encuentro, era el último partido para definir al campeón del torneo. El árbitro dio inicio al encuentro. Los ataques de ambas escuadras iban y venían de un lado al otro. Los arqueros tienen la peculiaridad de patear el balón desde su arco (y mientras este da botes en el suelo) de forma bombeada (patear hacia arriba para que caiga por caída libre), parece que esto facilita la definición de los jugadores en el arco rival, ya que de ahí salen golpes de cabeza o remates fuertes, inatajables para los arqueros. El equipo verde metió dos goles y se corono campeón del torneo de este año (gano por 2 a 1).


Estos niños demostraron que a pesar de su corta edad están en un nivel muy competitivo para jugar futbol. El equipo de Somos Iquitos pudo haber ganado y llevarse el trofeo, pero el tiempo no dio para más. Los dos jugadores de Radio Loreto que metieron los goles me concedieron una pequeña - pero elocuente – entrevista. En ella demuestran que el estudio es lo primero para ellos, además de ser un puente muy importante para su formación como deportistas y futuros profesionales.

- Hola, ¿cómo te llamas y cuantos años tienes?
- Cristopher, tengo 11 años.

- ¿Qué sentiste cuando anotaste el primer gol?
- Mucha alegría por el público que me ha venido a ver, por mi familia.

- ¿Cuántas veces estas jugando el torneo Pelota de Trapo?
- Ya estoy jugando cinco veces.

- ¿Aspiras ser un gran futbolista algún día?
- Si, pero primero es mi estudio, después de ser profesional ya.

- Te han elegido mejor jugador del campeonato, ¿te han dado algún premio?
- Mi pelota y mi sorpresa (risas).

- ¿En qué colegio estás?
- En el MORB (Mariscal Oscar R. Benavides).

- Gracias Cristopher.
- Ya.

Ahora la segunda entrevista (¡que larga!)

- Hola, ¿cómo te llamas?
- Junior, yo metí el segundo gol.

- ¿Se lo has dedicado a alguien en especial?
- Si, a mi papá.

- ¿Tú también quieres ser un futbolista reconocido más adelante?
- Si, más adelante.

- Ok, gracias Junior.

Así termino mi “faenon” por estos lares, además pude ver y codearme con algunos destacados dirigentes de futbol de menores (uff...). Será hasta la próxima edición de este torneo que siempre empieza los primeros días de enero. Los equipos tienen tiempo de sobra para prepararse y lograr el primer lugar el año entrante. Los ganadores recibieron dos enormes trofeos, un premio de mil soles y una cena en el Kikiriki (cortesía de Raúl Celis). Provecho.

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