martes, 23 de febrero de 2010

LA OTRA NOVELA

El juez que imparte "justicia" en el Sexto Juzgado Penal de Maynas, Guillermo Bendezú, otorgó comparecencia restringida a Guillermo Chirichigno (40) luego que su abogado - Warren Gonzáles - cambiara la figura del delito de tentativa de homicidio por lesiones graves (un delito menor). Lo que llama desmedidamente la atención es la forma "descarada" con la que se dictamina justicia en el Perú y sus departamentos; no es posible que se deje en libertad a un sujeto que le hizo cortes en diferentes partes del cuerpo a otra persona en clara muestra de venganza, incluso uno a medio centímetro de comprometer la yugular, y se diga que solo actuó en defensa propia. Por Dios.

Un tema que entra a tallar son los vínculos que tienen los abogados con los jueces que trabajan dentro del sistema de justicia y los favores que se dan por amistad, quienes aveces hacen de "abogado del diablo". Chirichigno es un personaje conocido para la justicia peruana, ha estado inmerso en diferentes procesos judiciales y presenta antecedentes penales (tiene un vástago con la hija de Juan Carlos Oblitas, con quien también tiene problemas). Hace tres semanas Chirichigno tocó indebidamente a la mujer del jugador argentino Héctor Gaytan (defensa central de CNI) en la discoteca NOA, este, en obvia reacción, le propinó un frentazo que le rompió la ceja.

Chirichigno juro vengarse en cualquier momento y así lo hizo el viernes de la semana pasada cuando casi mata a Gaytan en el restaurant "Huasaí", en pleno centro de la ciudad de Iquitos, con un pedazo de vidrio que consiguió tras romper una jarra. Ahora el argentino evalúa la posibilidad de irse de la ciudad porque teme por su seguridad y su integridad física (la esposa del jugador es la más preocupada por la decisión del juez ante pruebas contundentes). El club albo se reunió hoy para ver si se le rescinde contrato al argentino de mutuo acuerdo. El Poder Judicial es uno de los órganos que menos confianza proyecta ante los peruanos; la justicia peruana hace de todo menos lo que le compete, hacer justicia.

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