El secuestro de Herman Lester Pezo Rentería, un prospero empresario que ha logrado amasar una fortuna bastante holgada como proveedor del vaso de leche y el recojo de basura en la Municipalidad de Maynas durante varios años, fue planificado con semanas de anticipación. Al parecer, algunos conocidos del empresario fueron quienes vieron en su secuestro la forma más rápida de hacer dinero, o, quizás, de saldar alguna deuda pendiente. Él acudía cada fin de semana al coliseo de gallos ubicado en la cuadra 12 de la calle Calvo de Araujo. Fue a la vuelta de este lugar, a espaldas del Club Tennis, donde el sábado 27 de febrero a la 1:35 de la madrugada se le acercaron dos personas vestidas con uniforme policial, le pidieron sus documentos y luego lo encañonaron para subirlo a una camioneta que partió hacia el sur de la ciudad (San Juan).
La camioneta marca KIA color verde petróleo fue abandonada en la carretera Las Camelias (Pucayacu) que conduce al rio Nanay, de aquí los secuestradores partieron con Pezo Renteria rumbo al rio Momón (la consigna era llegar al Putumayo); Rubén Ferro Lenins (de nacionalidad colombiana) fue quien condujo el deslizador, él fue detenido por la policía días antes de encontrarse al empresario y fue pieza clave para que la policía se acerque al lugar donde lo mantenían cautivo. Ferro abortó la misión al ver lo grave de la situación en algún sector de Mazán, dijo que la intención de los colombianos que secuestraron a Pezo era llevarlo con vida hasta algún punto del Putumayo donde estaría esperando una persona X, quien dotó de toda la logística (radiofonía, GPS y dinero en efectivo) para el plagio.
Los secuestradores conocían de las enfermedades que padecía el empresario (hipertensión arterial y diabetes) y cargaron con los medicamentos necesarios para mantenerlo estable el día de su secuestro. En su confesión, Ferro Lenins mencionó que pensaba que todo este asunto se trataba de una intimidación hacia el hombre de negocios, quien tendría alguna deuda pendiente con una persona X. Esta versión no ha sido desmentida hasta el momento, porque desde su secuestro hasta hoy, los secuestradores no se comunicaron con la familia de Pezo para pedir un rescate o iniciar algún tipo de negociación para su liberación. Debo mencionar que la empresa del ex secuestrado se encuentra en una lista de empresas que la policía investiga por lavado de activos.
La noticia se convirtió en la conversación del día, todos desconocían el paradero de Herman Pezo, la policía no prestaba mayores declaraciones, con temor – quizás -, a que se entorpezcan las labores de rescate. Diferentes contingentes policiales patrullaban y buscaban al empresario en los cauces de los ríos Momón y Napo. Ha trascendido, además, que gran parte del financiamiento de la movilización policial que buscaba al empresario en medio de la selva ha salido de las arcas de la empresa familiar MP. El hermetismo de las fuentes policiales respecto al paradero del empresario se hacía cada vez más fuerte. Las personas detenidas fueron armando el rompecabezas que la policía necesitaba para dar con la posible ubicación de Pezo. Era cuestión de horas. Hoy, en la madrugada, una llamada telefónica alertó que se ubicó con vida al señor Herman Pezo.
El señor Jaime Cavero, brazo derecho del empresario, llamó confirmando que Herman Pezo había sido encontrado por la policía a las 4 o 5 de la mañana en el caserío Maucayacta por la zona de Mazán. Los secuestradores, al verse cercados por la policía, y ante la fatiga por estar a la intemperie en medio de la selva por muchos dias, abandonaran la operación y dejaron a la merced al empresario, quien tuvo que caminar algunos kilómetros hasta encontrarse con un niño que fue quien dio aviso a la policía sobre su paradero. Con visible desgaste físico, dolores en las rodillas y en la columna, y la barba algo crecida, fue encontrado por la policía. El empresario vestía un buzo negro, polo gris y gorro rojo. Su hijo se trasladó raudamente hasta el poblado de Mazán, donde el empresario fue atendido por espacio de una hora en la posta médica antes de enrumbar a Iquitos. La expectativa de la gente era tremenda. Se decía que llegaría al Club Caza y Pesca de Bellavista Nanay, donde lo esperaban sus familiares y amigos.
Otros decían que llegaría hasta el puerto ”El Huequito”, otras fuentes decían que el yate que lo trasladaba atracaría en el puerto Henry; finalmente, la embarcación arribó a Capitanía de Puerto a las 9 de la mañana, de ahí fue trasladado en una camioneta hasta la Clínica Ana Stahl. Las primeras declaraciones de Herman Pezo fueron que esta fue la peor experiencia de su vida porque le tocaron vivir momentos muy desagradables. Hay que resaltar la labor del jefe de Radiopatrullas (105), el Capitán Camilo Vinatea, quien en todo momento estuvo al frente de las labores de búsqueda. Más declaraciones de Herman Pezo en las próximas horas. Gracias a Dios el empresario regresó sano y salvo.
La camioneta marca KIA color verde petróleo fue abandonada en la carretera Las Camelias (Pucayacu) que conduce al rio Nanay, de aquí los secuestradores partieron con Pezo Renteria rumbo al rio Momón (la consigna era llegar al Putumayo); Rubén Ferro Lenins (de nacionalidad colombiana) fue quien condujo el deslizador, él fue detenido por la policía días antes de encontrarse al empresario y fue pieza clave para que la policía se acerque al lugar donde lo mantenían cautivo. Ferro abortó la misión al ver lo grave de la situación en algún sector de Mazán, dijo que la intención de los colombianos que secuestraron a Pezo era llevarlo con vida hasta algún punto del Putumayo donde estaría esperando una persona X, quien dotó de toda la logística (radiofonía, GPS y dinero en efectivo) para el plagio.
Los secuestradores conocían de las enfermedades que padecía el empresario (hipertensión arterial y diabetes) y cargaron con los medicamentos necesarios para mantenerlo estable el día de su secuestro. En su confesión, Ferro Lenins mencionó que pensaba que todo este asunto se trataba de una intimidación hacia el hombre de negocios, quien tendría alguna deuda pendiente con una persona X. Esta versión no ha sido desmentida hasta el momento, porque desde su secuestro hasta hoy, los secuestradores no se comunicaron con la familia de Pezo para pedir un rescate o iniciar algún tipo de negociación para su liberación. Debo mencionar que la empresa del ex secuestrado se encuentra en una lista de empresas que la policía investiga por lavado de activos.
La noticia se convirtió en la conversación del día, todos desconocían el paradero de Herman Pezo, la policía no prestaba mayores declaraciones, con temor – quizás -, a que se entorpezcan las labores de rescate. Diferentes contingentes policiales patrullaban y buscaban al empresario en los cauces de los ríos Momón y Napo. Ha trascendido, además, que gran parte del financiamiento de la movilización policial que buscaba al empresario en medio de la selva ha salido de las arcas de la empresa familiar MP. El hermetismo de las fuentes policiales respecto al paradero del empresario se hacía cada vez más fuerte. Las personas detenidas fueron armando el rompecabezas que la policía necesitaba para dar con la posible ubicación de Pezo. Era cuestión de horas. Hoy, en la madrugada, una llamada telefónica alertó que se ubicó con vida al señor Herman Pezo.
El señor Jaime Cavero, brazo derecho del empresario, llamó confirmando que Herman Pezo había sido encontrado por la policía a las 4 o 5 de la mañana en el caserío Maucayacta por la zona de Mazán. Los secuestradores, al verse cercados por la policía, y ante la fatiga por estar a la intemperie en medio de la selva por muchos dias, abandonaran la operación y dejaron a la merced al empresario, quien tuvo que caminar algunos kilómetros hasta encontrarse con un niño que fue quien dio aviso a la policía sobre su paradero. Con visible desgaste físico, dolores en las rodillas y en la columna, y la barba algo crecida, fue encontrado por la policía. El empresario vestía un buzo negro, polo gris y gorro rojo. Su hijo se trasladó raudamente hasta el poblado de Mazán, donde el empresario fue atendido por espacio de una hora en la posta médica antes de enrumbar a Iquitos. La expectativa de la gente era tremenda. Se decía que llegaría al Club Caza y Pesca de Bellavista Nanay, donde lo esperaban sus familiares y amigos.
Otros decían que llegaría hasta el puerto ”El Huequito”, otras fuentes decían que el yate que lo trasladaba atracaría en el puerto Henry; finalmente, la embarcación arribó a Capitanía de Puerto a las 9 de la mañana, de ahí fue trasladado en una camioneta hasta la Clínica Ana Stahl. Las primeras declaraciones de Herman Pezo fueron que esta fue la peor experiencia de su vida porque le tocaron vivir momentos muy desagradables. Hay que resaltar la labor del jefe de Radiopatrullas (105), el Capitán Camilo Vinatea, quien en todo momento estuvo al frente de las labores de búsqueda. Más declaraciones de Herman Pezo en las próximas horas. Gracias a Dios el empresario regresó sano y salvo.
Las imágenes pertenecen a Pro & Contra TV, como lo muestra el sello de agua (por si las moscas).
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